lunes, 28 de septiembre de 2015

INFORMACIONES SOBRE MYKONOS

PLAYAS DE MIKONOS
Las playas de Mykonos, maravillas naturales, son uno de los mayores atractivos de la isla del Mar Egeo. Cientos de turistas disfrutan a lo largo de todo el año de los baños, del sol y, sobre todo, de la vida nocturna. Ya que las playas son también lugares donde se organizan fiestas; en muchos casos se convierten en auténticas discotecas al aire libre. De Platis Yalos, un pueblo situado cerca de la capital de Mykonos, parten todos los días (sobre todo en temporada alta) barquitas hacia todas las playas de la isla.
Mykonos tiene playas para todos los gustos y aunque por lo general son pequeñas en tamaño, tienen calas espectaculares que han hecho de esta isla una de las más afamadas de las islas griegas, especialmente por la calidad de sus aguas y su arena.
En Mykonos podemos encontrar playas para los más marchosos, para los más tranquilos, o para los que viajan en pareja y necesitan de romanticismo con sus playas y calas apartadas. Todas ellas de fácil acceso en parte gracias a las llamadas Barcas kaikes (caiques) que nos llevan a todas ellas.
La playa Paradise es la más recomendada para los más fiesteros; la más tranquila es la de Agios Ioannis y la playa de Lia para los más románticos.
MONUMENTOS E IGLESIAS
Iglesia de Paraportiani Esta bella iglesia es una de las más antiguas de la isla y de las más fotografiadas. Y no es de extrañar puesto que la arquitectura simple, de líneas y curvas, el color blanco -que destaca recortada en un cielo azul- y la luz -que cambia según el momento del día, la convierten en un monumento de lo más atractivo. Se encuentra en el Kastro (la zona del castillo) que queda en la parte más antigua de la ciudad. Se comenzó a construir en el año 1475 y se terminó en el siglo XVII: en realidad es un conjunto de cinco iglesias que se fueron construyendo poco a poco. Cuatro iglesias unidas (Agios Efstathios, Agios Anargyros, Agios Sozon y Agia Anastasia) conforman una base para una quinta que se encuentra encima de estas, en la parte central.
Monasterio de Paleokastro No muy lejos del Monasterio de Panagia Toulianis, a tan sólo 1 km al sureste de éste, se encuentra el Monasterio de Paleokastro, mucho más antiguo, del siglo XII. Está situado en lo alto de una colina en la que también se encuentran los restos de un antiguo castillo bizantino y una serie de tumbas. En el interior del monasterio hay una colección de iconos realizados por un pintor cretense, y en el exterior puede verse una torre y una fuente de mármol.
Monasterio de Panagia Tourliani El monasterio de Panagia Tourliani está situado en el pueblo de Ano Mera, a 8 kilómetros de la ciudad de Chora. Fue fundado en el año 1542 por dos monjes y restaurado a mediados del siglo XVIII. Su arquitectura es típica de las islas griegas, con el edificio encalado en blanco y la cúpula de color rojo (en otras iglesias de Mykonos dominan las cúpulas azules, al igual que en la isla de Santorini). En el patio podemos ver una hermosa torre de mármol y en el interior del edificio destaca un impresionante retablo de madera del año 1775 que fue realizado por artistas florentinos. Además, el monasterio alberga un pequeño museo eclesiásticoen el que hay iconos, tallas de madera, campanas, bordados, etc. El conjunto está abierto todos los días de 9 a 13 y de 14 a 19:30. Entrada gratuita.
Museos de Mykonos
Museo Arqueológico, en el que se conservan esculturas y diferentes objetos helenísticos y romanos de los siglos VI y VII a.C., y hallazgos arqueológicos de la isla de Delos. Abierto de martes a domingos.
El Museo Etnográfico, uno de los más importantes de Grecia. Se encuentra en una hermosa mansión y en ella se exponen instrumentos musicales, muebles, una colección de tejidos y bordados de Mykonos. Llama la atención que allí es donde está el pelícano Petros disecado, símbolo de la isla. Abierto de abril a octubre (de lunes a sábados).
El Museo Naval o Marítimo del Mar Egeo alberga una colección de maquetas de barcos del mar Egeo de épocas diferentes: desde embarcaciones asirias, a barcos egipcios y barcos de guerra que datan de varios siglos antes de Cristo. Además de diferentes instrumentos y objetos relacionados con el mar y los marinos: instrumentos de navegación, fotografías, cartas, grabados, etc. Abierto de abril a octubre todos los días.
El Museo Popular está situado en el barrio de Kastro, en la capital de Mykonos. Se construyó en el año 1958 sobre los restos de una antigua muralla. Posee una colección etnográfica de gran valor constituida por muebles antiguos, trajes tradicionales, grabados, antiguos pesos y medidas, las esculturas tradicionales de Cycladic, colecciones de vajillas, una colección de herramientas y armas…entre otras cosas. Y en la planta baja se encuentra una sección dedicada a Mykonos y al mar. Abierto de abril a Octubre. Gratuito.
DESPLAZARSE EN AUTOBÚS
Para desplazarse se puede optar por los autobuses que llevan a la mayoría de los lugares de la isla. Eso sí, hay que estar pendientes de horarios y se tiene menos libertad de movimiento. Hay dos estaciones importantes en la isla de Mykonos: la Estación Norte, que está al lado de la Oficina de Teléfonos; y la Estación Sur, en la plaza Fabrika. De la Estación Norte salen los autobuses que van a Agios Stefanos, Ano Mera, Kalo Livadi, Kalafatis, Elia y Tourlos. Y de la Estación Sur, los autobuses que van rumbo a Agios Iannis, Plati Gialos, Paradise, Paraga, Psarou, Ornos, y, por supuesto, el aeropuerto. Además hay otra línea de autobuses que para en el puerto viejo de Mykonos (Palio Limant), en el puerto nuevo (Neo Liman) y Agios Stefanos. No olviden que la frecuencia y las paradas varían, por lo que hay que informarse bien en la página de las compañías o en las estaciones de autobuses. En cuanto a los precios, el trayecto cuesta unos 2 €.
EL PUERTO
El puerto de Mykonos es el corazón de la capital. Aquí es donde, según la hora del día, se llevan a cabo todas las actividades comerciales y el movimiento social de la isla. También aquí es donde se encuentran muchos de los lugares de interés de la capital.
Gracia y color le dan a la atmósfera de la isla los talleres del puerto (pequeños astilleros locales donde se construyen las barcas pesqueras) con las embarcaciones polícromas que esperan en la arena su turno para ser reparadas. El puerto es todavía el centro de la vida social de la isla. Ahí se encuentran los primeros viejos hoteles de la capital que se construyeron cuando Mykonos dio sus primeros y tímidos pasos como lugar de veraneo. Las calles frente al puerto y a su alrededor, están llenas de todo tipo de restaurantes, dulcerías, pintorescas tabernas, tradicionales cafeterías y bares modernos, que palpitan llenos de vida a cualquier hora del día o de la noche. Aquí, al anochecer, se realiza el tradicional paseo de los habitantes de Mykonos, como si el puerto fuera el punto espontáneo de encuentro, costumbre que ha permanecido intacta a pesar del paso del tiempo y las influencias extranjeras.
Aproximadamente a la mitad del puerto se encuentra la pequeña playa Perrí, que ofrece a todos diversión y descanso. Frente al ayuntamiento, en el extremo del muelle, está construida la pequeña iglesia de San Nicolás de Cadena. Su primera construcción que data del año 1772, se debe al cónsul ruso Ioannis Boinovik. En el año 1912 fue restaurada y adquirió su actual forma pintoresca, con su cúpula azul. Los habitantes de Mykonos, para distinguirla del templo de San Nicolás que es más grande, y se encuentra en la ciudad, la llaman iglesia de San Nicolasito de Ialó o de Cadena.
LA CIUDAD
La primera impresión es de una colmena, un conjunto agrupado de casas, densamente unido, infinidad de callejuelas, todas pavimentadas con placas de piedra y adornadas con colores y flores que salen de todas partes. Las casas que se tocan entre sí, por fuera poseen las mismas proporciones de forma. El elemento que diferencia a cada casa y que da la nota característica a todo el conjunto, es el color de las rampas y barandales de los balcones y el intenso color de la pintura de las ventanas y puertas, tanto de acceso o de patio. Para aprovechar más el espacio, se construía por encima de la calle en el hueco entre dos casas, las llamadas “katastía” (techumbres) de las cuales por desgracia son pocas las que hoy en día se conservan.
Las chimeneas, conocidas en la isla con el nombre de “kápasi”, con sus variadas formas y ornamentos; los bancos de piedra integrados en las terrazas e incluso los encalados y cilíndricos conductos hidráulicos, crean un conjunto visual arquitectónico que se distingue por su plasticidad, su buen gusto y su peculiaridad. Los habitantes de la ciudad, debido a la estrechez del espacio, no pueden construir casas con jardín o patio. Sin embargo, tienen el derecho a una pequeña porción de la calle que pasa frente a sus casas. Debido a que el ancho de las callejuelas no permiten el paso de automóviles, los habitantes utilizan como medio de transporte las motos y en menor medida hoy en día, los burros. En Mykonos el viento sopla sin cesar de 200 a 300 días por año. Pero se trata de un viento amistoso que protege de la llama del sol. Así, pues, el molino de viento se convirtió en el símbolo de Mykonos. Los molinos son cilíndricos con cúpula cónica de madera.
La visita a la ciudad de Mykonos se inicia en el fuerte (kastro), cerca del puerto. Aquí se distingue el edificio del ayuntamiento con su techo de ladrillo rojo, el cual es raro en la isla. Es una obra del siglo XVIII que fue creada bajo iniciativa del cónsul ruso de Mykonos, Ioannis Boinovik, entre los años 1770 al 1774, mientras duró la ocupación rusa.
Cerca del ayuntamiento se encuentra el Museo Arqueológico, que es un edificio neoclásico construido en 1901. La mayoría de los objetos que se exhiben allí (con excepción de la ánfora con la representación del Caballo de Troya del siglo VII a. C., que fue encontrada recientemente en Mykonos) provienen de la vecina isla de Rinia.
Antes de salir del fuerte, hay que visitar el Museo Folklórico y Museo Etnográfico En el barrio contiguo, el Matoguiáni, en un edificio del siglo XIX que pertenece al Capitán Nicolás Surmelí, se encuentra el Museo Naval del Egeo. Este museo también debe su existencia al gran amor de los Mykonios por su patria: la obra se realizó a expensas del armador Mykonio Drakópulos. El edificio mismo del museo merece la atención. Se trata de una típica casa Mykonia del siglo pasado, que ha sido restaurada con mucho cariño y con gusto artístico. Está rodeada de un jardín grande, verdísimo y muy bien cuidado, que constituye un oasis de frescura en la capital. A pesar de que no hace mucho tiempo que el museo está abierto al público (desde 1985), posee una bellísima colección de imágenes de barcos que se extienden desde la época Mykonia hasta el siglo XIX, y una rica colección de monedas con representaciones navales del siglo V.
Junto a este museo, se encuentra otra obra del I. Drakópulos, esta vez dedicada a la tradición popular, la famosa “Casa de Lena”, que también se trata de un edificio del siglo XIX, que ha sido restaurado y amoblado de acuerdo con el estilo de vida vigente en el siglo pasado.
En la misma zona se encuentran las Tres Fuentes (Tria Pigadia) las cuales, hasta no hace muchos años, abastecían de agua a la ciudad.
En Matoguiáni, se encuentra también la Pinacoteca Pública o Museo Municipal que funciona también como espacio para las exposiciones de artistas griegos y extranjeros.
En el centro de la ciudad se encuentra la Biblioteca Pública, en cuyo patrimonio existen varios manuscritos.

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