martes, 28 de julio de 2015

SAN POLO Y RIALTO EN VENECIA

San Polo es el más pequeños de los seis sestieri de Venecia (Italia), con una extensión de 35 hectáreas a lo largo del Gran Canal. Es una de las partes más antiguas de la ciudad, habiéndose establecido antes del siglo IX, cuando él y San Marco formaban parte de las Islas Realtinas. El sestiere recibe su nombre de la Iglesia de San Polo.
El distrito ha sido el lugar donde se asienta el principal mercado de Venecia desde 1097, y conectada con la ribera derecha de la ciudad por el puente de Rialto desde el siglo XIII. La parte occidental del barrio es conocido actualmente por sus iglesias, mientras que la oriental, a veces llamada simplemente el Rialto, es conocida por sus palacios y pequeñas casas.
Entre los atractivos de San Polo se encuentran el puente de Rialto, la iglesia de San Giacomo de Rialto (según la leyenda, la más antigua de la ciudad), el Campo San Polo, la Casa de Goldoni, la basílica de Santa María Gloriosa dei Frari, la iglesia de San Roque y la Escuela Grande de San Roque.

LA PLAZA DE SAN MARCOS

La Plaza de San Marcos es la única plaza de Venecia, y su principal destino turístico, abundante en fotógrafos, turistas y palomas. Se atribuye a Napoleón Bonaparte, aunque muy probablemente fue Alfred de Musset, el apodarla le plus élégant salon d'Europe (el salón más bello de Europa).
La Plaza está dominada por la Basílica, el Palacio Ducal y el Campanario de la basílica, que se erige a un lado de ella.
Los edificios alrededor de la plaza son, en sentido inverso al movimiento del reloj desde el Gran Canal, el Palacio Ducal, la Basílica de San Marcos, la Torre del Reloj de San Marcos, la Procuradoría Antigua, el Ala Napoleónica, la Procuradoría Nueva, el Campanario de San Marcos, Logetta y la Biblioteca Marciana. Gran parte la planta baja de las Procuradorías está ocupada por cafeterías, incluyendo el Caffè Florian y el Gran Caffè Quadri. El Museo Correr y el Museo de Arqueología están ubicados en algunos edificios de la plaza. La Casa de Moneda yace tras la Biblioteca Marciana en la (en italiano: riva, ‘orilla o banco’)? del Gran Canal. Éstas últimas construcciones fueron completadas durante la ocupación napoleónica, aunque el Campanario ha sido reconstruido.
La Basílica de San Marcos es el principal templo católico de la ciudad de Venecia (Italia) y la obra maestra de la influencia bizantina en el Véneto. Se encuentra justo en el lado opuesto a la Fabbrica Nuova. Su construcción fue iniciada en el 832 para guardar el cuerpo de San Marcos, traído desde Alejandría. Concebida como una prolongación del palacio ducal, al principio era de cruz griega, cúpula sobre crucero y brazos (5 cúpulas). Fue quemada en un motín en el 975 y reconstruida en el siglo XI por arquitectos y obreros de Constantinopla. Las obras se iniciaron probablemente en 1063, y el nuevo templo fue consagrado diez años después. En el siglo XIII se le añade un nártex cubierto con cúpulas más pequeñas que envuelve el brazo inferior de la cruz. Fue modificada también en los siglos XV y XVII.
Una ley de la República Veneciana imponía como tributo que los mercaderes afortunados, después de hacer negocios provechosos, hicieran un regalo para embellecer San Marcos. De ahí la variedad de estilos y materiales. San Marcos es un museo vivo de arte bizantino latinizado. Con su decoración intacta de mosaicos, parece más bizantino que las iglesias de Constantinopla blanqueadas por los turcos, o las de Salónica, ahumadas por los incendios.
Tiene planta de cruz griega, cinco cúpulas y decoración en mármol y mosaicos.
La fachada presenta nichos profundos de influencia occidental decorados con columnas y con mosaicos de oro del siglo XII. Los 4 Caballos de San Marcos representan la fuerza estatal. En el siglo XV se le añaden los gabletes a los arcos del piso superior y chapiteles, por influencia del gótico europeo. La forma exterior de las cúpulas no coincide con la interior, parecen más grandes de lo que son en realidad. Fue pagada con el saqueo de Constantinopla.
El Palazzo Ducale ('Palacio Ducal'), situado en el extremo oriental de la Plaza de San Marcos, es uno de los símbolos de la gloria y el poder de Venecia. Edificio de estilo gótico, sus dos fachadas más visibles miran hacia la laguna de Venecia y la plaza de San Marcos. El palacio fue residencia de los dux, sede del gobierno y de la corte de justicia y prisión de la República de Venecia.
El palacio, de forma cúbica, es como un gran bloque de mármol dorado por el sol.
La planta baja y el piso principal tiene una galería o pórtico, más arriba, el muro liso, con solo grandes ventanas espaciadas en el paramento, presenta una decoración de tablero de mármol rosado y blanco. El pórtico de la planta baja se apoya en treinta y seis columnas con ricos capitales decorados pertenecientes a los siglos XIV y XV. En las esquinas del palacio varios grupos escultóricos representan de izquierda a derecha el Juicio de Salomón, Adán y Eva, y Noé ebrio. La galería superior, abierta posee 71 columnas rematadas con óculos cuadrilobulados.
La entrada principal recibe el nombre de Porta della Carta ('Puerta del Papel') porque en ella se exponían los decretos oficiales; es de estilo gótico flamígero de (1442) y presenta en el tímpano un león de San Marcos ante el que se arrodilla el dux Foscari.
Junto al pórtico Foscari se halla la pequeña fachada del Reloj, realizada en 1615 por Monopola. A su lado y encima del pórtico se alza un edificio del siglo XV coronado con pináculos que sostienen estatuas. En un extremo del pórtico se abre la conocida escalera, Scala del Giganti, con esculturas de Sansovino que representan a Marte y Neptuno.

lunes, 27 de julio de 2015

EXPLORANDO DUBROVNIK

Preciosa ciudad croata en una ubicación impresionante, con su fortificación del siglo XIV, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994. Desgraciadamente carteles a la entrada de sus murallas, dejan constancia de que no hace mucho, en 1991 y 1992, el ejército serbio y montenegrino bombardeó esta urbe histórica ocasionando graves daños, aunque en la actualidad no se aprecian y está perfectamente reconstruida. Un paseo por todo el perímetro de la fortaleza brinda una estupenda vista del entorno, y posibilidad de fotografiar el mismo....
Bella ciudad costera de Croacia, un país relativamente moderno. Su riqueza artística hizo que fuera nombrada ciudad Patrimonio de la Humanidad. Si buscas turismo de playa pero estás harto de las aglomeraciones que año tras año encuentras en los destinos típicos este es tu lugar, Dubrovnik. Además tiene una preciosa muralla que rodea absolutamente toda la ciudad, y que consta de dieciséis esplendorosas torres.
Dubrovnik no defrauda, y es que a pesar de lo turística de la ciudad, la espectacularidad de sus murallas, y de toda la ciudad en general, te hará olvidar las miles de tiendas de souvenirs. Sus murallas son lo que hacen realmente especial a esta ciudad, ya que de este modo es imposible que la ciudad se expanda y se modernice en su estructura.
Evidentemente, la ciudad tiene sus afueras y hay un "nuevo Dubrovnik", pero toda la zona que está amurallada se conserva en su estructura igual que siglos atrás.

jueves, 23 de julio de 2015

RECORRIDOS POR VENECIA

Sitios web
Oficina de turismo de Venecia – Buenas pistas y mucha información práctica. www.turismovenezia.it.
Fondazione Musei Civici Venezia – Una mina de información acerca de los museos municipales. www.museicivici.veneziani.it.
Chorus – Una página web dedicada a las 15 iglesias del municipio dependientes de este organismo. www.chorusvenezia.org.
Venecia es una ciudad imposible de describir fríamente, ya que más allá de algunos monumentos famosos, de paisajes admirables, es ante todo un estado de ánimo. Es una ciudad donde hay que saber perderse, de calli a sottoportego, de fondamenta a campo, durante interminables paseos llenos de sorpresas e imprevistos. El silencio reina en estas callejuelas que la multitud de turistas deja de lado: Venecia comienza entonces a revelarle a usted su magia y parte de sus misterios.
Ca' d'Oro ***
Aunque se han perdido los adornos que le dieron nombre, esta delicada creación del gótico florido sigue siendo muy bella. Sobre un magnífico patio interior cubierto de mosaicos, la Galería Franchetti alberga un magnífico San Sebastián, de Mantegna; El alquimista, de Jan Steen; La torre de Babel, de Jan Van Scorel; el Retrato del procurador Nicolo Priuli, de Tintoretto, y la Venus dormida con un amorcillo, de Paris Bordone
Canal Grande ***
El Gran Canal, de aguas color esmeralda, mide 3,8 km de longitud y su anchura oscila entre 30 y 70 m en función de las curvas que dibuja a través de la ciudad. Los famosos palacios que se alzan en sus orillas (grandiosos por la noche) no son su único atractivo. También es importante la actividad existente a su alrededor. Aquí se comprueba que Venecia se creó sobre el agua y que vive en el agua. La zona más animada es la situada en torno al puente del Rialto, en el centro de la ciudad.
Puente del Rialto **
La emblemática silueta de este puente arqueado, con sus arcadas, es uno de los símbolos de Venecia. Por ello no sorprende que se vea invadido por los turistas, que no quieren dejar de sacar la foto por excelencia del Gran Canal, y que las tiendas, antes reservadas a las actividades bancarias y financieras, estén actualmente ocupadas por vendedores de recuerdos. La obra, de 1591, fue edificada por Antonio Da Ponte y concebida de tal manera que no obstruyera la navegación por el Gran Canal.
Basílica de Santa María de la Salute **
Edificada en 1630 por Baldassare Longhena para conjurar una epidemia de peste, esta inmensa iglesia rematada por una cúpula y colocada casi en la desembocadura del Gran Canal forma uno de los paisajes más conocidos de Venecia. Aunque el interior pueda parecer algo frío dentro de su majestuosa solemnidad, alberga obras de arte de gran interés: Las Bodas de Caná de Tintoretto, lienzos de Tiziano sobre el tema del sacrificio (techo de la sacristía) y retablos de Luca Giordano.
Basílica de San Marcos
La fachada de la Basílica de San Marcos es magnífica, pero el interior le quitará el aliento por los mosaicos sobre fondo de oro, que recubren muros y cúpulas e iluminan este edificio de aspecto extraño y oriental. ¿Quiere verlo más de cerca? Tendrá que acceder a la galería, desde donde obtendrá una vista de conjunto de la basílica y verá los magníficos caballos de bronce, casi vivos, y accederá al balcón: ante usted se extenderá, teatral, la plaza de San Marcos.
San Marco ***
El sestiere de San Marco se extiende por el último meandro del Gran Canal antes que éste desemboque en la laguna. Aquí se encuentra el "triángulo de oro", el perímetro más turístico de Venecia delimitado al oeste por la Accademia, el puente del Rialto al norte y la plaza de San Marco al sur, donde se concentran las maravillas de la ciudad de los Dogos. Saliendo de la plaza, siempre en plena efervescencia, se vuelve a saborear la gracia intemporal de los palazzi, de los encantadores canales, de las laberínticas callejas y de los tranquilos campi (Santo Stefano, San Maurizio y Sant'Angelo).
Piazza San Marco ***
Este conjunto arquitectónico excepcional es el símbolo por excelencia de la Serenísima. Lleno de gracia y belleza e invadido por palomas y turistas, es un gran espacio trapezoidal enmarcado por las galerías de las Procuratie, que albergan varios cafés, como el Florian (1720) y el Quadri (1775) y tiendas de lujo. Se comunica con el Gran Canal a través de la preciosa Piazzetta
Palazzo Ducale
Hay que visitar este maravilloso palacio que resume toda la historia de Venecia, la historia pública de los Dux y la más secreta, incluso trágica, de una República intransigente. La zona luminosa incluye las suntuosas salas ducales, cuya visita termina con la extraordinaria Sala del Gran Consejo. La zona oscura está constituida por las siniestras prisiones, a las que se accede por el puente de los Suspiros o, aún más inquietantes, los itinerarios secretos que descubren la cara oculta de la Serenísima.
Puente de los Suspiros**
Este arco de piedra de Istria tendido sobre el Canal del Palacio entre 1595 y 1605 lleva las armas del dux Marino Grimani. Es una de las vistas más célebres de Venecia (incluso del mundo), y los puentecillos que permiten admirarlo están siempre ocupados por una multitud tan compacta como políglota. En cuanto a los suspiros, son los que en otros tiempos lanzaban los prisioneros al mirar por última vez la laguna, símbolo de su libertad perdida.
Isla de Murano
A finales del s. XIII y para evitar riesgos de incendios, el Gran Consejo decidió trasladar a Murano las fábricas de cristal. Los hornos y las llamadas de atención de los vendedores para que los turistas visiten sus tiendas y fábricas no deben hacernos olvidar el mérito artístico de la isla, que podrá comprobar cuando pasee hasta Santa Maria e Donato.
Isola di San Giorgio Maggiore
A pesar de la presencia de la iglesia de Palladio, la isla de San Giorgio Maggiore no es un centro turístico y de ahí su encanto. A escasa distancia del ruido incesante de la plaza de San Marcos, desde la orilla o desde lo alto del campanario se contempla un magnífico panorama de los palacios situados enfrente.

RECORRIDOS POR ESTAMBUL

Sultanahmet ***
En posición dominante sobre la punta del palacio, en la desembocadura del Cuerno de Oro, el barrio de Sultanahmet ocupa la primera colina, feudo de la antigua Bizancio y corazón político y cultural de la ciudad bizantina y otomana. Pocos lugares del mundo concentran en un perímetro tan pequeño tantas maravillas arquitectónicas, testigos de las civilizaciones más desarrolladas. Este barrio, que hay que descubrir andando, cuenta con una excelente infraestructura turística. Es una especie de museo vivo, plenamente volcado en su glorioso pasado.
Basílica de Santa Sofía ***
Símbolo de la gloria bizantina en todo su apogeo, santuario sin par concebido "a escala divina", la basílica de Santa Sofía (s. VI) será transformada en mezquita en el s. XV y luego en museo en 1934. Algo pesada vista desde el exterior, suscita bajo su majestuosa cúpula nervada (58 m de alto, 31 m de diámetro) una admiración casi mística: luces cenitales que se clavan en el suelo, multitud de mosaicos dorados bizantinos, bosque de columnas con capiteles primorosamente tallados, espléndidos revestimientos de mármol verde, blanco y rosa. Una visita memorable.
Mezquita Azul ***
Esta joya del s. XVII sigue conservando su vocación de santuario. Para entrar en la mezquita Azul tendrá que descalzarse, como manda la tradición. La intención del arquitecto al producir esta obra no era otra que la de superar en elegancia a la basílica de Santa Sofía. Intento conseguido: una cascada de cúpulas y el alzado de sus seis alminares le confieren una silueta etérea. El interior quiere ser un reflejo del Paraíso: 20.000 azulejos en los que predomina el azul, con delicados motivos florales, una luminosidad irreal, marcos con incrustaciones de nácar y decoración de mármol calado. Un lugar lleno de belleza y solemnidad.
Palacio sumergido **
Lo que los otomanos bautizaron con el nombre de Yerebatan Sarayi (palacio sumergido) es en realidad un aljibe bizantino subterráneo (s. VI) que abastecía el palacio del emperador Justiniano. Los hábiles juegos de luces, combinados al "concierto" de las gotas de agua, crean un ambiente mágico: el recorrido se hace por unas pasarelas que serpentean por un verdadero bosque de columnas magníficamente restauradas, que brotan del agua reflejándose en ella. Los historiados capiteles corintios y las extrañas cabezas de medusa procedentes de algún templo pagano contribuyen a hacer el lugar aún más misterioso.
Gran Bazar de Estambul **
El Gran Bazar, un espacio estimulante, bullicios, que sacude los sentidos: 2.000 tiendas, 60 restaurantes, mezquitas, fuentes y bancos... un conjunto muy bien organizado en un dédalo de calles abovedadas, repletas de mercancías. El ambiente está impregnado por los olores del cuero, de los narguiles y del té con manzana; la llama de las joyas y el brillo de las baratijas compiten con los vivos colores de los kilims. Curiosear es una delicia que confina con la embriaguez. Comprar es todo un ritual a base de mucho regateo. Haga una pausa en algún salón de té y pídase algún dulce
Colina de Galata
Evliya Tchelebi, poeta estambulita, contabilizó 3.080 tiendas y 200 lugares de perdición en Galata. Galata, cuna de la ciudad, es un barrio delicioso que surge de las aguas del Bósforo para trepar hasta la torre de Galata (68 m), que nos ofrece una vista de 360°, y propone un buen inventario: mercados populares, escuelas para niños bien, casas francas, otras más modestas marcadas por el paso de los años, un palacio mítico, el Pera, y algunos cabarets dedicados a las danzas orientales.
Pasaje de las Flores *
Estructura del más puro estilo rococó, el pasaje cubierto de las Flores (s. XIX) ha conservado todo su caché así como las inscripciones en francés que pueden leerse en las portada. Animadas tanto de día como de noche, las tabernas le invitan a degustar al son de la música especialidades del lugar como los meze o las tripas de cordero asadas, ligeramente picantes (kokoreç), por supuesto regado todo con un raki. Muy cerca de esta encantadora galería hay un animado y colorido mercado con puestos de pescado, flores y frutas.
El Bósforo
Lleno de remolinos y cargado de embarcaciones de todo tipo que zigzaguean entre las orillas occidental y oriental, desde el mar Negro hasta el de Mármara, el Bósforo, aunque no siempre nos presente un bonito rostro, permite hacer cruceros algo insólitos y pasar un buen día de placer mecidos por el agua. Fíjese en los recargados palacios del s. XIX y en los yali, casas de madera que los hombres de Estado se construyeron en el s. XIX, haga escala en los pueblos de pescadores, en el puerto de Sariyer o en algún chiringuito para codearse con la población local.